LA LEY DE TRES


 
 

“Mientras no dañes a nadie, haz lo que quieras.”

 

Esta frase muy conocida, dicha por Crowley es el principio fundamental par relacionarnos con los poderes, visiones y con toda la magia del mundo de los espíritus.

 

Esto es más que no hacerle daño a nadie, que es algo por lo cual nosotros no quisiéramos pasar. Esta es la ley, es decir, la ley de péndulo, va y viene de acuerdo al movimiento emanado. Esta es la ley del Karma. En la filosofía mágica, de cualquier línea llámese Santería cubana, Umbanda, Magia Ceremonial, Wicca o cualquier fuerza del mundo de los espíritus, decimos: “Todo lo que ejecutas, viene por triplicado”.

 

Es decir: Todo se devuelve por triplicado. Por ello, los llamados “Magos, sacerdotes o brujos” SÍ tienen una ética, una ética, que además esta bañada por el amor y la compasión. Si no haces daño a nadie, no hay de que preocuparse, porque de igual manera no recibiremos daño alguno. Esta es la ley de tres.

 

El que sigue el camino del conocimiento cada vez tiene más y más responsabilidad en su actuar porque al darse cuenta, lo obliga a realizar lo correcto, la misma ley de por sí, sabe a ciencia cierta, que el conocimiento es estar atento a la formación de pensamientos de nuestra mente discordantes o a la mala fé en el actuar. Somos absolutamente responsables de lo que nos pasa, no podemos culpar a otros de nuestras necesidades.

 

Principios naturales de todo aspirante a mago es guiarse por los ciclos naturales y respetar la naturaleza y su medio ambiente, incluyendo la limpieza de si mismo. Se tiene presente que todos estamos en un proceso evolutivo de avance, que aunque a veces lento, pero avanza.

 

El respeto por la vida y la individuación de cada individuo es muy importante, aquí entran los valores y códigos y sabemos que el ser humano no es solo sus acciones, el que torna su vida en desgracias, sino que además están en juego las intenciones que produce el pensamiento, que como sombras tenebrosas abarcan los espacios.

 

La ley de responsabilidad nos obliga a respetar una jerarquía que existe en forma natural en el universo, esto llámenlo como quieran, Dios, Amor, Presencia Divina, etc., los nombres son pocos para tratar de encasillar lo que es el omnipotente, omnisciente y omnipresente y eterno en nuestras vidas.

 

Existe una polaridad en el universo y esta se manifiesta en sus opuestos, pero solo la Luz Divina debe ser el centro y el punto de referencia que debe guiarnos, aún cuando la tentación y el camino fácil son más rápidos e incluso ligeros en su andar, pero la ley se encargará más tarde o más temprano de cumplirse, si o si.

 

En todos los credos, razas, organizaciones y sociedades esta presente el respeto por uno mismo y por la Madre Tierra, donde los distintos cultos veneran de cualquier forma o nombre al Dios Padre y a la Diosa Madre y dentro de la multiplicidad de formas, sentires, colores y especies esta el Uno. Por ello la magia es ecléctica, lo que la hace politeiste y monista al mismo tiempo y en cualqueir fase de evolución que nos encontremos, seamos profanos, neófitos, discípulos o maestros.