Ritual para la limpieza de nuestra casa.

Debemos realizarlo cuando nos sintamos bien de ánimo y con energía. Es importante bañarse antes, con el fin de quitarnos de encima cualquier energí­a negativa.
Mientras nos bañando repetir 7 veces:
“El agua lava y aleja de mí­ toda la suciedad y negatividad”.
Cada uno de nosotros a diario, tratamos con un montón de gente y todos son diferentes. Tienen diferentes estados de ánimo y a lo largo del dí­a recibimos la influencia información (buena y mala) y nos llevamos esa energí­a a casa. Nuestra casa es una extensión de nosotros mismos, por lo que absorbe la energí­a de nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, estados de ánimo y la energí­a de las personas que vienen a visitarnos. Además, los electrodomésticos, ordenadores, teléfonos móviles, la cagan si están funcionando todo el día.
Es recomendable “limpiar” la casa, al menos 2 veces al año.
Una vez que hemos terminado de bañarnos y estemos en positivo, abrir todas las ventanas y fregar toda la casa con esta mezcla:
– agua
– sal gorda, que es la principal sustancia que absorbe la energí­a negativa.
– amoníaco.
– ruda.
A continuación, con un paño mojada en el agua antes de fregar, limpiar todas las superficies: ventanas, puertas, muebles, electrodomésticos. Preste especial atención a los espejos. Limpie todos los espejos con un movimiento circular hacia la derecha, haciendo cí­rculos. Mínimo 7 círculos, máximo 9.
Durante la limpieza se debe visualizar mentalmente que “borramos” todo lo negativo, sacando fuera de casa los problemas, la miseria, las enfermedades y los fracasos. Ahora pasamos a la limpieza de los espacios más sucios de la energí­a en la casa empezando por la puerta principal, la puerta de entrada. Todo el mundo va a entrar por ella: los miembros de su familia e invitados, propios y extraños. Todo el mundo la deja poco “sucia” con su energía diaria.
Cogeremos una vela blanca, la encendemos y dibujamos de izquierda aderecha un pentragrama y mientras decimos:
“En el nombre del Sol, de la Luna y de Gaia. Así sea, así es, así será.”
Ahora hacemos una cruz (+) sobre la puerta con la vela encendida. A continuación, dibujamos cí­rculos en el aire poco a poco en todo el perí­metro de la puerta y terminamos pasando la vela por el tirador de la puerta y el timbre.
Al ir moviendo la vela, la cera se puede acumular y tomar un color marrón o negro. Esto es la “suciedad”, la energí­a negativa, que está siendo absorvida por la vela.
Dejar que la vela se consuma después de la limpieza, cerca de la puerta. Si se consume toda la vela durante la limpieza puede ser un indicativo de que puede haber entidades, espí­ritus, en casa.
De esta manera habremos despojado nuestra casa de ENERGÍAS NEGATIAS acumuladas.