Las Aguas en brujería
El agua de las fuentes, cascadas, estanques, lluvia, manantiales, pozos, lagos o ríos es venerada y divinizada en múltiples formas y a menudo representa la frontera entre este y el otro mundo. Se vincula con las emociones, los sentimientos, la vida, la purificación, la sanación. Es la sangre de la tierra que atraviesa todo dando vida.
Desde la antigüedad, nuestros antepasados consideraban sagrado al elemento agua y dependiendo del lugar se le atribuían unas cualidades y usos u otros.
Aquí tenéis un listado de las aguas en brujería y sus usos y/o cualidades.
Agua de mar: Por su alto contenido de sal y dado que esta purifica y elimina la negatividad, el agua de mar se puede utilizar para limpias. Tiene una energía fuerte y transformadora por ello podemos usarla tanto para limpiar objetos como para trabajos para dejar ir cosas, pensamientos, emociones del pasado que nos siguen afectando en el presente.
Agua de río: Es agua dulce y se mueve rápido y enérgicamente a veces y otras está completamente en calma. Por ello puede usarse para renovarnos con la luna negra agregando un poco al agua de baño y, también, para sanar enfermedades o cargar objetos mágicos con su energía.
Agua de pozo: La energía del agua de pozo es lenta. Con ella podemos limpiar herramientas que serán usadas para la adivinación.
Agua de pozo natural: de una cavidad a cielo abierto, semiabierto o subterráneo… una gruta, por ejemplo. Este pozo se forma tras los derrumbes del techo de una o más cuevas. Estas aguas tienen el poder de la tierra, de la lluvia, de las rocas, de los minerales de las grutas o cavernas, de la flora y fauna que hay en ellas. Su energía es tranquila pero llena de poder. Las aguas concentradas aquí son usadas para meditación, adivinación y poderes psíquicos.
Agua de manantial o naciente: El agua de manantial es pura de forma natural, contiene minerales que le dan un sabor característico. Se usa para trabajos de sanación, purificación y limpias.
Agua de lluvia: Se usa para la creatividad, la abundancia, trabajo, cambios. Su energía es fuerte y en ocasiones muy enérgica.
Agua de granizo: Es agua en estado sólido proveniente de las nubes. Tiene una energía muy fuerte, en ocasiones destructora, y se usa en trabajos de transformación, liberación.
Agua de nieve: Es suave, lenta y espiritual. Se usa para pedir deseos, amor y armonía en el hogar, esperanza.
Agua de hielo: El hielo sirve para congelar situaciones que nos afectan, grandes peligros o daños. Se usa en rituales de protección.
Agua de rocío: Protectora de la belleza. Se usa para trabajar el amor, la belleza, la creatividad, los sueños y la inspiración.
Agua de dolmen: Un dolmen es una mesa “grande” de piedra. Consiste en varias piedras planas clavadas en la tierra en posición vertical y una a modo de cubierta, en posición horizontal. Las aguas concentradas en las rocas del dolmen se usan para la meditación, adivinación y poderes psíquicos.
Agua estancada (de un estanque, un lago, del grifo, una fuente o embotellada): Normalmente no se utiliza debido a que se consideran aguas “muertas” porque no fluyen, están estancadas, no se renuevan y su vibración se vuelve de baja frecuencia. Pero como en las ciudades no siempre podemos contar con algún manantial, río, lago, etc. cerca, hemos de recurrir a este tipo de agua. Se usa en caso de emergencia y si queremos ralentizar alguna situación.
Aguas termales: Siempre se las ha considerado curativas y llenas de propiedades. Purifican, tonifican y alejan el dolor. Nos ayudan a abrir la mente.
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