Druidismo Irlandés (Red Druídica)
A nuestra tradición de druidismo irlandés se le dio el nombre de “Seanchas na Cáirrfhiadh Mór” que significa “La tradición de (el) Gran Ciervo”. El simbolismo que contiene este nombre es poderoso. El hecho de que esté escrito en Irlandés nos recuerda que este es un sendero de druidismo irlandés; el “Gran Ciervo” representa todo lo que es real y fuerte dentro de la naturaleza, luchamos por ser como el Gran Ciervo del mundo salvaje. En cada tradición hay ciertos principios, objetivos y pautas para alcanzar nuestro destino y esto incluye el “método de viaje”. Para describir el método de viaje, existe un término usado por otros grupos druida; ese término es “Revivalismo Celta”. El Revivalismo Celta es la incorporación de algunas técnicas de descubrimiento que son a menudo utilizadas como disciplinas individuales.
La primera técnica es la restauración de la tradición. Esto significa instituir las prácticas, la tradición y conocimientos de los antiguos en nuestra vida cotidiana.
Obviamente entendemos dentro de la tradición irlandesa que no todas las costumbres pueden ser aceptadas tal y como se practicaban antaño y que las tradiciones no deben permanecer ancladas en el pasado y que deben actualizarse para poder encajar en los tiempos actuales.
Por otra parte, sin embargo, intentamos mantener cierto espíritu, incluir en nuestra  vida diaria tanto el espíritu celta como la ética, moral y espiritualidad que nos ha llegado a través de las Tríadas, las leyes Brehon y otros materiales que definen el paradigma mantenido por la cultura irlandesa primitiva.
Segundo: la reconstrucción de la tradición. Tenemos palabras y partes de la creencia y conocimientos de nuestros antepasados celtas: esos escritos son principalmente de inicios de la era cristiana, y tienen que ser reconstruidos para reflejar nuestras creencias.
Si bien la reconstrucción parece un tema artificial, entendemos que parte de la tradición heredada ha sido modificada por los historiadores y por la transmisión oral en un principio, y posteriormente por el cristianismo. La reconstrucción es la búsqueda del pasado intentando entender el contexto histórico-cultural de cada testimonio y de cada descripción del mundo irlandés-celta celta-irlandés que nos ha llegado. Y, a pesar de que esto pueda parecer un hecho forzado, nuestro conocimiento actual de la historia, arqueología, psicología, simbología, arquetipos, hermeneutica  y otras herramientas actuales, nos permite acercarnos de manera multidisciplinar a la realidad celta de Irlanda.
Finalmente: la creación de la nueva tradición. Una tradición no crece con los que la siguen, o cambia para reflejar la moralidad de un tiempo que morirá. La creación de la nueva tradición se inicia al vivir y practicar los primeros dos elementos (restauración y reconstrucción), y por lo tanto el tercero (creación) ocurre de forma natural.
Entendemos que una tradición debe permanecer viva, en constante movimiento y crecimiento y que las nuevas generaciones, desde nuestro punto de vista actual, podemos ayudar a crecer al druidismo, poniendo nuestras propias aportaciones, siempre desde el respeto y desde la coherencia con las enseñanzas de los Antiguos, manteniendo un espíritu celta y alejándonos del sincretismo con otras escuelas espirituales.
Aquellos que recorren el sendero del druidismo moderno han tomado el título de “Druida” en honor a aquellos que enseñaron y mantuvieron los conocimientos de nuestros antepasados irlandeses. Comprendemos que no podemos recuperar más que lo que estos hombres y mujeres antiguos creían y enseñaban, pero podemos intentar reflejar sus funciones en nuestra sociedad moderna y construir sobre los conocimientos que nos dejaron. El Druidismo necesita ser interpretado y ser útil y accesible a la gente de hoy en día. No podemos ser los druidas de la antigüedad, pero podemos tratar de ser como ellos y usar los  conocimientos y la sabiduría que nos dejaron para mejorar nuestra sociedad.
Diariamente, estudiosos celtas, traductores, arqueólogos y druidas modernos redescubren trozos perdidos de tradición antigua. Hay miles de manuscritos aguardando la traducción de gaélico a inglés. Aunque todos estos documentos provienen de la era cristiana, hay antiguos conocimientos escondidos en todos los relatos, los documentos legales y los registros genealógicos. Encontrar esos trozos de documentos y artículos acerca de los pensamientos y creencias, y buscar maneras de incorporarlos al druidismo moderno, es un trabajo que ya se está haciendo. El verdadero estudiante de druidismo será estudiante durante muchas vidas.
Los objetivos de nuestro druidismo son:
– Honrar, vivir, mantener, investigar y recrear en lo posible, las antiguas tradiciones de nuestros antepasados irlandeses / celtas.
Principalmente las creencias de la antigua clase social conocida como “druidas” Esto es, entendemos que contra más nos acerquemos a comprender el punto de vista que tenían de la cosmología, cosmogonía, teología, ética, etc… de los antiguos druidas, podremos llevar un tipo de vida más acorde con la naturaleza y con una espiritualidad basada en la Verdad y en la libertad. Para ello, observamos y estudiamos los antiguos conocimientos de las casta intelectual celta, conocida generalmente bajo el nombre de druidas, y conocidos en irlanda bajo diferentes nombres, como ollamh, fili, brehon, etc..
– Enseñar la antigua senda a quién busque este sendero en la vida
Entendemos que se debe acercar el conocimiento de los Antiguos a todos aquellos que deseen de corazón aprender esta antigua senda, este camino pagano; huimos del proselitismo y de la masificación de la espiritualidad. – Proveer de apoyo y actuar como un recurso para aquellos que quieren recorrer este sendero
Entendemos que el compromiso es parte fundamental para conocer la senda druídica. Sólo se pide compromiso a cambio del acercamiento al conocimiento y prácticas druídicas
Creencias básicas de los druidas de tradición Irlandesa:
 – Creemos en muchos Dioses o Diosas, a favor del Panteón Irlandés. Al contrario que algunas tradiciones Neo-paganas, nosotros reconocemos que hay muchos Dioses y Diosas. Cada Dios y cada Diosa tiene unas responsabilidades específicas, gustos, aversiones, hábitos… Nosotros honramos a los Dioses de la Antigua Irlanda. Estos seres son conocidos como los Tuatha De Danaan y significa “los niños de la Diosa Danu”.
Si bien entendemos y respetamos a los diferentes dioses del panteón irlandés, reconocemos humildemente que desconocemos el origen y naturaleza de estas energías. Así pues, dentro del druidismo irlandés, caben dentro del reconocimiento de estos dioses el considerarlos bien arquetipos, bien emanaciones de una entidad absoluta a la que se refieren como el Innombrable, la Fuente o el Todo, bien entidades con su propia consciencia y su propia naturaleza individual.
– Creemos que tenemos que honrar a nuestros antepasados y buscar su conocimiento y sabiduría diariamente.Nuestros antepasados son aquellos que anduvieron por la tierra antes que nosotros, pueden ser nuestros parientes o cualquier persona que haya pasado a la otra vida. Podemos utilizar su sabiduría y fuerza en tiempos de necesidad. Ellos están allí para ayudarnos y enseñarnos.
Como cualquier rama del paganismo, respetamos, veneramos y pedimos la sabiduría a los antepasados que recorrieron esta senda antes que nosotros y que son quienes nos legaron su sabiduría. Tan importante es para nuestra tradición el culto a los dioses como el culto a los ancestros.
– Nos vemos a nosotros mismos como una parte vital de la naturaleza. No nos ponemos por encima de ninguna criatura y creemos que toda vida es sagrada. El druidismo irlandés entiende la afinidad que existe entre todos los seres vivos, su papel particular, único e indispensable en la Naturaleza y la importancia de cada ser en el esquema final del mundo. Respetamos y honramos a los seres vivos, sean árboles, nuestros maestros y guardianes o animales, nuestros hermanos menores
– Apoyamos y defendemos los derechos de todas las personas a creer y adorar a los Dios/es que ellos elijan No creemos en que nuestra senda sea la única verdad, entendiendo que la verdad espiritual varía dependiendo de la evolución que haya tenido, de las características culturales y de otros elementos. Creemos que hay más de un camino hacia la verdad y por lo tanto, respetamos a aquellos que recorren un camino espiritual diferente al nuestro, teniendo en cuenta el libre albedrío.
– Creemos en la inmortalidad del alma. Cada uno de nosotros a vivido incontables vidas y vivirá incontables vidas más, ganando conocimientos y experiencias. Como la mayor parte de las sendas druídicas y por extensión, la mayor parte de las tradiciones paganas, creemos en la reencarnación como verdad escatológica
– Creemos que el Otro Mundo y el Inframundo son accesibles y que podemos andar por los Senderos del Sidhe. El Otro Mundo es una realidad palpable, presente y real para los seguidores de la tradición druídica irlandesa. Creemos que este Otro Mundo, el Sidhe, forma parte de la realidad, una realidad holística y que como druidas somos observadores, y caminantes, de esta otra realidad.
– Celebramos los 8 días sagrados de nuestros antepasados Celtas. También las celebraciones señaladas en las vidas de nuestros compañeros druidas. Las festividades sagradas nos sirven para festejar la propia vida y sobre todo, para unirnos al devenir del año, sentir sus mareas, hacernos uno con el transcurso de la Rueda del Año, honrando a las fuerzas presentes, a los dioses, de cada estación. Este calendario está basado en el calendario agrícola-ganadero y nos permite sentir el pulso de la Madre Tierra.
Por otra parte, entendemos la importancia de ciertos ritos de paso en la vida de nuestros hermanos de sendero, así como en nuestras propias vidas, festejando ritos como iniciaciones a diferentes grados de conocimiento, y otros puntos de inflexión de la Vida, como son el nacimiento, la unión de dos personas en pareja, la muerte, y otros hitos importantes, celebrando así ritos de presentación a los dioses, enlaces matrimoniales o ceremonias de tránsito a la Tierra del Verano.
Esto, siempre teniendo presente la importancia de lo celebrado, más allá del hecho mismo del ritual, entendiendo de manera profunda el significado de cada celebración y su importancia en el trancurso de nuestras vidas
– Creemos que a través del espíritu de la inspiración, la práctica y el estudio, algunos de los conocimientos y sabiduría de nuestros antepasados pueden ser recuperados. El objetivo de nuestros estudios es la iluminación de la conciencia. Por encima de cualquier reconstrucción, ritual o forma, creemos que el espíritu de Imbás (la inspiración) nos permite acceder a un estado de conciencia alterada bajo el cuál, tal cuál se inspiraban los antiguos bardos, podamos inspirarnos y acceder a esa verdad oculta tras el Velo. Imbás está presente en la vida de todos los druidas de la tradición irlandesa, a cada paso. La inspiración no permite acercarnos a la Verdad, y la Verdad forma parte de la Triada que identifica el objetivo del druidismo: Conocimiento, Verdad y Naturaleza.
– Creemos que los Dioses y Diosas pueden manifestarse de muchas maneras durante nuestras vidas No solo creemos en un acceso a los dioses mediante el ritual, o mediante invocaciones. Creemos que la esencia de los dioses está presente en todo momento en nuestras vidas, mediante señales más sutiles, pero perceptibles
– Creemos en la “magia” la cual se define como: la habilidad que a través de un apropiado entrenamiento, conocimiento e intención hace “milagros” para ayudarnos en cualquier circunstancia que suceda en nuestras vidas. No es tanto la necesidad de creer en supersticiones o hechizos, sino de entender que nosotros mismos formamos parte de la divinidad, que somos canales de la energía de Bri, la energía de la creación y por lo tanto, podemos y tenemos la facultad de que nuestra voluntad se cumpla
– Creemos que la humanidad incluye tres partes, que son: Cuerpo, Mente y Alma o Físico, Mental y Espiritual. Creemos que la persona completa es la que gobierna a los tres en su interior. Como el triskel, el símbolo celta por excelencia de tres brazos unidos, nuestras vidas están formadas de estas tres partes, cuerpo físico, actividad mental-emotiva y de una chispa divina. De manera individual, pero totalmente vinculadas, estás tres partes se desarrollan en nosotros. Quien desestima cualquiera de ellas, bien de manera materialista, rechazando las emociones y su ánima, o bien, en el otro extremo, de manera ascética, preocupandose exclusivamente por la pureza de su alma sin prestar el debido cuidado al cuerpo, o bien cayendo en intelectualismos fríos,por ejemplo, no siguen un verdadero sendero druídico. No se puede prescindir de ninguna de las partes, al entender que somos seres integrados por igual por estas tres partes y que nuestro camino es un camino holístico que no puede avanzar si no avanza de manera integral.
Creemos en el equilibrio, teniendo en mente el equilibrio interno entre estas partes que conforman al ser humano.
– Reconocemos que cada persona es individual, que somos espíritus hermanados y conectados espiritualmente, mentalmente y físicamente con la tierra, la Naturaleza y los demás. A pesar de que creemos en que todos formamos parte de una gran red de vida, de un gran telar de hilos entrecruzados, entendemos que cada ser es individual, cada hilo es único, y que dispone de su libre albedrío para encontrar su camino, único, y que cada cuál lleva su ritmo y marca el paso en su sendero.
Aún sin olvidar que nuestras acciones, al formar parte del mismo telar, repercuten en los demás seres. Por lo tanto, invitamos a la responsabilidad y la consciencia de nuestros pasos.
– Vemos la ciencia, religión y magia como sabiduría viviente, siendo consciente de y en armonía con el Universo y nuestro lugar dentro de él. Reconocemos varios niveles en estos conocimientos y logros con ritos simbólicos y grados. Entendemos que los druidas eran la casta intelectual y que acumulaban el saber de su pueblo, entendiendo pues que se ocupaban de esa triple realidad: mundo físico (a través de la sanación y el conocmiento de su entorno, como naturalistas), del mundo intelectual-emotivo (cuidando de la ética, de las leyes, de un conocimiento matémático y científico) y del alma (como consejeros espirituales, como hechiceros o como supervisores de los ritos en favor de los dioses). Al formar parte de esta realidad holística de tres niveles (físico, mental y espiritual) entendemos la importancia y la grandeza en la actualidad de la ciencia, pero sin menospreciar la magia, la poesía, el conocimiento de la mente, o el servicio a los dioses. Todo forma parte de la misma sabiduría: el conocimiento de la realidad. El conocimiento forma parte de la Triada que identifica el objetivo del druidismo: Conocimiento, Verdad y Naturaleza.
– Reconocemos otros planos existencia además del físico en el cual residimos. Estos toman la forma de los Tres Reinos de la Existencia: Mar (pasado), Tierra (presente), Cielo (futuro) Estos mundos forman parte de nuestra realidad: bien la realidad temporal, como la psicologica, la emocional, como la espiritual, o la energética. Tal y como creemos en la triple realidad del ser humano (cuerpo, mente, esopíritu), creemos en la triple realidad del tiempo (pasado, presente y futuo), en la triple realidad energética (energía oscura, energía natural y energía divina), o en la triple realidad dimensional (inframundo, mundo real y mundo divino). Toda esta triple concepción se resume en el Árbol de la Vida bajo la figura de las raíces (inframundo), el tronco (la propia tierra que nos rodea) y las ramas (el mundo de los dioses).
– Practicamos ritos simbólicos para armonizarnos con el ritmo natural de las fuerzas de la vida. Estos ritos simbólicos son los ocho días sagrados. Reconocemos la importancia de vibrar como la Rueda del Año y de festejar estos eventos, ajustándonos al pulso de la Naturaleza. Aún ásí, por encima de la importancia del hecho ritual en sí, reconocemos la importancia mistérica del rito: el ritual es el psicodrama que despierta en nosotros la percepción, la integración de las energías y tantas y tantas cosas. Sabemos que la linea,sobre todo en los rituales, que separa lo esotérico y lo exotérico,que separa lo místico de la liturgia es muy fina y hay que estar siempre pendiente de no traspasarla. No anteponemos el hacer un bonito ritual que de entender qué se está haciendo, pues la verdad última de comprensión del porqué del ritual, de vibrar con la energía del momento es lo más importante de estas celebraciones. Los rituales no son un simple acto litúrgico, sino una verdadera búsqueda interna. – Reconocemos que nuestra filosofía nos da una responsabilidad única con nuestro entorno. Y a causa de esta responsabilidad buscamos vivir en armonía con la naturaleza. La comunicación con la Madre Naturaleza, con lo primordial, vivir de manera natural (en base a la naturaleza individual de cada ser) y lo más cercano a la Madre Tierra se convierte en el objetivo del camino druídico. La Naturaleza forma parte de la Triada que identifica el objetivo del druidismo: Conocimiento, Verdad y Naturaleza.
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